Man of the World
DiscosBaio

Man of the World

7 / 10
Alan Queipo — 22-09-2017
Empresa — Glassnote/Popstock!
Género — Pop
Fotografía — Archivo

Tiene nombre de marca de ordenadores o de panecillo tailandés con algún tipo de condimento picante, pero en realidad Baio es Chris Baio, el bajista de Vampire Weekend, que aprovechando que Ezra Koenig se está tomando su tiempo para componer el cuarto álbum del trío neoyorquino (y así, mientras tanto, colabora con Beyoncé, Mark Ronson, Jamie Foxx o Rashida Jones) ha decidido publicar su segundo álbum en solitario en apenas dos años.

Y si aquel The Names (Glassnote, 2015) abría líneas que Baio no solía explorar con Vampire Weekend (música de club, ciertos aires disco-funk de aires ochenteros, voces temblorosas a lo crooner), en Man Of the World (Glassnote, 2017) narra su propia historia como ser humano entre dos tierras (Nueva York y Londres), casi como un cuentacuentos hipster, pero consiguiendo trazar un puente menos artificial, mucho más orgánico y coherente entre el sonido aceleradamente templado de Vampire Weekend y las aspiraciones de crooner bakala que comenzó a forjar en esta identidad solista, de algún modo similar a la que está forjando Tim Kingsbury (bajista de Arcade Fire) con su álter ego Sam Patch.

Las canciones que mejor refuerzan ese cruce andrógino entre ambas facciones sonoras las encontramos en The Key is Under the Mat (esta canción podría ser de Vampire Weekend), Sensitive Guy, Out of Tune o Be Mine, las canciones con mayor aire de hit y que más acercará a los fans de su banda-madre a su proyecto en solitario. Sin embargo, la mayor singularidad de Baio reside en esa especie de crooner bakala, a medio camino entre Rick Astley, Michael Bublé, Eurythmics, Daft Punk y los álbumes en solitario de Win Butler: PHILOSOPHY!, Shame in My Name, I’m Not Curious o Man of the World.

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