Bad Blood

A pesar de atesorar una carrera con siete discos a sus espaldas, no se puede decir que Ana Egge sea una de esas cantautoras apegadas a la tradición de la música estadounidense muy conocida en nuestro país. Claro que la mediática producción de Steve Earle en este nuevo trabajo, puede darle algo más de repercusión y fama más allá de las fronteras de su país. Una colaboración que tampoco es que haya cambiado demasiado los postulados estilísticos de Ana Egge que, para entendernos y situar al lector, se encuentran más cerca de los de Lucinda Williams que de los de Neko Case. Es decir, que se mueve en parámetros muy clásicos, aunque si se note cierta evolución en su estilo, más apegado al country en sus primeros discos, para llegar a la canción de autor con un toque de oscuridad y dureza tanto en las letras como en la música que contiene este estupendo y más que recomendable “Bad Blood”. Un disco que debería hacer algo de justicia y ponerla en el mapa de las aguerridas mujeres que acústica en mano y voz templada, dejan une huella suficiente como para ser tenidas en cuenta