Tengo retenido el momento en mi memoria. Acaba “Magnolia” -la película- y todavía convulsionado por ese frenético pulso de emociones, me planteo un cometido: dar con la artista cuya voz ha dado tanto calor a unas imágenes ya de por si conmovedoras. Aimee Mann es su nombre, así que al día siguiente recabo información para conocer sus pormenores y lo que ha dado de sí hasta el momento su trayectoria profesional. Acaba el día y descubro dos impactantes trabajos (antes estuvo en ´Til Tuesday) que se muestran inquietos y ansiosos por descubrirme todos sus secretos. Resultan ser dos sólidas obras de pop con mil matices que las convierten en algo único, especialmente gracias a su particular forma de cantar e interpretar las canciones. En aquella banda sonora Mann se mostraba más cantautora de lo que nunca fue, más orquestada. Aquí, nos encontramos con un álbum de similares características, un conjunto compacto de agradable escucha, aderezado con violines, acordeones y un piano que funcionan como meros acompañantes de lo que realmente manda: la cálida voz de Aimee Mann. “Bachelor Nº 2” es, por tanto, otro disco para encontrar en cada una de sus canciones a ese buen amigo que nos ayudar a relajarnos y a ahuyentar los fantasmas y problemas cotidianos.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.