En la era del “está todo inventado” un buen día alguien se le levantó con ganas de mezclar heavy metal y Jpop y doy gracias por ello. La mezcla imposible de Babymetal colisionó de tal manera en la escena internacional que, después del lanzamiento de su debut, la banda japonesa llegó a codearse con artistas tan dispares como Lady Gaga, Metallica o Judas Priest. De eso hace ya cinco años y ahora la banda más kawaii del metal regresa con “Metal Galaxy”, su tercer disco y un nuevo desafío a los límites entre estilos.
Vale, los escépticos pueden decir que como experimento está bien ¿pero realmente el mundo necesita tres discos de kawaii metal? Seguramente no, pero de ser así nos hubiésemos perdido la colaboración de la banda con Joakim Broden de Sabaton en “Oh MAJINAJ” y la de Alissa White-Gluz en “Distortion”. No solo eso, sino que también siguen siendo capaces de sorprendernos llevándonos a Bollywood con “Shanti Shanti Shanti” o apostando por el thai rap de “Papaya”. Las mezclas imposibles continúan con los tanteos acústicos y latinos de “Night Night Burn”, sin dejar a un lado tanteos al rock progresivo en “Brand New Day” con Tim Henson y Scott LePage de Polyphia.
“Metal Galaxy” es lo que cabría esperar: un batiburrillo de estilos con temas a cada cual más surrealista. Pero si entras en esta particular galaxia, sus estribillos infecciosos dignos del mejor opening de anime te acabarán enganchando.
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