El universo de b1n0 no para de extenderse. Si en su disco homónimo de 2019 nos presentaban la magia de sus temas junto a las voces de nombres tan icónicos como Núria Graham, Phoac o Adriano Galante de Seward, en “bi” las posibilidades aumentan a otra realidad todavía más excitante. Su electrónica, futurista y visionaria, es capaz, esta vez, de adaptarse a los mundos oníricos y metafísicos de Ferran Palau –“BUM BUM” – y de Joan Pons de El Petit de Cal Eril –“DAUS”, con el que ya habían trabajado en 2020 con el single “Dance Dance Decadence V1”. La sinergia con ellos dos es palpable a todos los sentidos: lo metafísico y calmado de los dos florece y renace de una manera orgánica con los sintetizadores del dúo barcelonés.
La versatilidad de b1n0 hace que, de estos temas, puedan pasar a producir “ME”, una canción en latín de Tarta Relena, y evocar órganos eclesiásticos con sintetizadores. Una delicia sonora que recuerda a los inicios –literalmente– de la música como la conocemos hoy en día mediante los recursos más contemporáneos. El mundo de b1n0 es tan grande y, a la vez, tan concreto, que además se puede permitir incluir a voces y proyectos como la de Meritxell Neddermann o Marina Herlop, tan diferentes entre sí, y encajarlos a su mundo electrónico. En “N0”, se comparten los toques más pop del EP con ritmos más relajados, menos estridentes, que vienen acompañados de los versos de Neddermann. Cierra “AHH!”, que se asemeja en cierto sentido a una nana electrónica en su estribillo, con la voz de Herlop acompañada por una producción exquisita con sonidos agudos. b1n0 podrían producir, prácticamente, a cualquier artista y conservar su nota distintiva siempre. En este caso, juegan con cinco cartas distintas entre ellas con total maestría en un solo EP.
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