Se esperaba con impaciencia el debut discográfico de Ayax y Prok, los gemelos de Albayzín. Y, aunque sorprenda que lo hagan por separado, desde luego el primero de los dos discos que ve la luz (en unos meses Prok publicará "Rojo y negro") no defrauda en lo más mínimo. Ayax es el primero que golpea, y lo hace con un disco que refleja la cara y la cruz de la vida: la alegría y la tristeza, el amor y el odio, rap para hacernos mover el cuello y rap –sobre todo- para ponernos la piel de gallina. No hay más que escuchar canciones como "Bañador y chancletas", "A veces se me pasa, a veces paso" y "Hou Hou Hou" –todos ellos ejemplos de la cara de Ayax-, con un rap descarado, provocador, para encontrarse con todo el desparpajo y al mismo tiempo con todo el virtuosismo que atesora el cantante.
Mientras, otras como "Me hizo fuerte", "Dama de la guadaña" o "Desahucio" –la cruz- sirven para que el granaíno desfogue toda su rabia y su frustración, merced a unas letras cargadas de pasión y sinceridad. Dos estados de ánimo contradictorios que, sin embargo, comparten un mismo ambiente sonoro, guiado por el apego que Ayax siente por el rap clásico y noventero y que se materializa en las bases suministradas por Blasfem, Dj Keru, Jrliske, Djee Beats, Ale Berraquero y M Beats (a lo que se suman las colaboraciones a las voces de gente como el propio Prok, Hazhe o Juancho Marqués, entre otros).
De este modo, el andaluz da forma a un excelente estreno, fiel al sonido, a la naturaleza y a la filosofía con las que estos dos hermanos están superando una tras otra barreras inalcanzables para otros grupos del hip hop nacional.
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