Sign

Tras siete años sin nuevo álbum, el dúo de arquitectos electrónicos más reverenciado retorna al juego con un trabajo donde glitch y ambient son los motores centrales que dan combustible a la mayor parte del repertorio aquí forjado.

Para esta ocasión, Sean Booth y Rob Brown, es decir Autechre, han optado por evadir su tendencia natural a estructurar moles sónicas ultra complejas, en pos de una saludable búsqueda de sonoridades más libres y orgánicas. Grandes ejemplos de esto son “F7” y “si00”, especie de house minimal acuoso de respiración tecno. Pura ambrosía que, en esta ocasión, incluso los conecta con la memorable escuela ambient-house bávara de los años noventa, liderada por Porter Ricks.

Los paisajes cuasi Klaus Schulze de “Metaz form8” y “esc desc” también demuestran los intereses renovados de dos tipos que, después de tres décadas siendo los estandartes de la IDM más rocosa y múltiple, han decidido bajar la guardia, respirar profundamente, y sorprenderse a sí mismos. El resultado final no solamente resulta en uno de sus trabajos más inspirados, sino que también es el más accesible de todos los que han publicado hasta la fecha. Oxígeno puro para una liturgia electrónica que, por otro lado, ha conseguido beneficiarse de su propia idiosincrasia para generar piezas como “au14”, donde el puzzle rítmico, gestado a distintos niveles, esta vez suena definido y directo en su forma final.

Aunque el disco va ganando en oscuridad conforme va avanzando, esas sombras no provienen de sus tics graníticos. Esta vez no, los de Mánchester hipnotizan en vez de lobotomizar, y de paso comienzan algo que podría ser entendido como un kilómetro ceo o un respiro que rompe con las formas cada vez más bizantinas a las que nos tenían acostumbrados durante gran parte del siglo XXI. Un triunfo inesperado que los vuelve a aupar al trono del que nunca se debieron bajar. Y a eso hay que sumarle la inesperada publicación de “Plus”.