HiRUDiN

Los inicios de Austra, “Feel It Break” (11) y “Olimpia” (13), cayeron en el saco roto del revival darkwave, tan de moda en los primeros coletazos de la segunda década de los dos mil. Entonces su camino se fundió con el electro-pop y se distanció de lo lúgubre en “Future Politics” (17). El disco contenía sobradas demostraciones de su capacidad melódica, pero anestesiaba las referencias de sus orígenes.

Además, la revisión filosófica de su contenido, así lo recogía este medio, para “Future Politics” no siempre anduvo cómoda –algo obvios– en un corsé de música pop: “El sistema no te ayudará cuando tu dinero se agote”. Tres años después, Austra se embarcan en una tarea más universal y homologable estéticamente a sus primeros compases musicales: las zonas oscuras del amor, lo tóxico de ellas.

Ya no existen las pistas de electro-pop del tipo “I Love You More Than You Love Yourself”, abundantes en “Future Politics”, y que suponían un bajón en la búsqueda de personalidad en la que la banda siempre anduvo metida. Hasta la fecha. Austra por fin ha encontrado itinerario propio en “HiRUDiN”; mucho menos pistero, menos sintético y más disperso (en el mejor sentido).

El mejor álbum de Austra es el menos de género, y el más inclusivo. El disco propone una narrativa marcada, con cortes más o menos accesibles en función del lugar que ocupan en el largo. “Your Family” y los dos interludios ofrecen descansos al contenido. Hay algo menos de oscuridad en “How Did You Know?” y “It’s Amazing” lleva su sonido hacia un cierto AOR. Algo no cambia: el disco se apoya en la voz privilegiada de Katie Stelmanis. La hemos visto casar perfectamente con synth pop, o IDM, pero en “HiRUDiN” deriva hacia registros más tenues.

Sólo una vez en el álbum hay probaturas por todos los terrenos posibles: “Anywayz”. Una isla entre los once cortes. Una canción absoluta. Tal vez el mejor tema de su discografía, y muy probablemente uno de los más destacados del presente año. Una atmósfera opresiva que se convierte en baile gracias a un giro de falsete a voz de pecho, todo apoyado en una melodía frenética. He aquí los Austra más Austra.