Es cierto, a veces los críticos sentimos más presión que los propios músicos: vemos más fantasmas de los necesarios y analizamos hasta turbarnos. ¿Por qué lo digo? Hace tiempo que Manel entendieron que “Al mar” no hubo más que uno, que por salud mental el objetivo no sería otro “Els millors professors europeus”. Lo demostró un segundo largo sobreproducido y muy narrativo -más Sufjans Stevens, menos Herman Düne- y lo corrobora este “Atletes baixin de l’escenari”, que comparte aun menos con sus predecesores. Manel siguen evolucionando, y nunca con el piloto automático: se han cascado el disco entre los cuatro, pasándose a las guitarras más indie-rock –poco agraciadas a veces, dígase “Vés, bruixot!”-, las líneas de bajo gruesas (“Mort d’un heroi romàntic”) o el efectismo pop (“Teresa Rampell). Un disco menos accesible, donde no todo es perla, pero que cuesta situar en el podio particular de la banda. Y con sus antecedentes, eso no es moco de pavo.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.