Pocas frases son tan directas para arrancar un álbum como "Pasa del pause y dale al puto play", y más si es un álbum compuesto y grabado a toda pastilla (en tres meses para ser exactos). La estrofa pertenece a "Hoy es un buen día para morir", tema que abre el nuevo trabajo de Atención Tsunami, "Silencio en la retaguardia" (Récords Del Mundo). Con este disco, el quinteto madrileño consolida el nombre que se ganaron en la escena nacional con “El lejano oyente” (Estoescasa!) y cinco años después, ya bajo su propio sello, con “Que le corten la cabeza”. Algo meritorio, si tenemos en cuenta que incluso ellos mismo se sienten huérfanos de referentes en la escena estatal (salvo por los desaparecidos Standstill).
Aunque su single “La ira de Kaplan” nos puso en guardia por su acercamiento a Abraham Boba y los suyos, tras las primeras escuchas se percibe que esa no es una referencia aplicable al resto del álbum. Grabado de nuevo en La Mina junto al productor Raúl Pérez (“confiamos mucho en su criterio y su sensibilidad”, han asegurado en la entrevista publicada en esta misma web), este nuevo trabajo está compuesto por nueve temas en los que, al contrario que en trabajos anteriores, no han pasado por un proceso lento de elaboración y todo ha ido todo más fluido. La composición y selección de las canciones ha sido a toda velocidad debido a las ganas del grupo por volver a trabajar juntos. Quizás este sea el motivo por el que, aunque siempre habían declarado su rechazo a los estribillos, en su tercer trabajo encontramos trazas melódicas más detectables y accesibles, lo que hace más palpable su incursión en terrenos más bailables como en "El algoritmo de la noche" y su potente y difícil de olvidar estribillo "Sentir el puto clic y no hacer pie". Lo que no cambia son sus cuidadas y apasionadas bases instrumentales cercanas al post-rock de grupos como Explosions In The Sky ("Hagamos un circo con animales del pasado"). Otra de las características del álbum se encuentra en el protagonismo de las guitarras y sintetizadores, en ocasiones alcanzando comparaciones sonoras con Battles. "Senderos luminosos" y el tema que da nombre al álbum son ejemplos precisos de ello.
Seguimos encontrando esa intención por unas letras oscuras, aunque esta vez con mayor intención político-crítica. En palabras del propio grupo, letras con "ambición y cierta capacidad narrativa" donde hay hueco para tratar temas como el deterioro de ciudades, en concreto Gijón, machacadas por la reconversión y la crisis ("Poniente") o su visión crítica sobre la situación política en Cataluña ("La Masía del más allá"). Por supuesto, no faltan letras que hablen de aspectos más personales e introspectivos como en "Silencio en la retaguardia".
Con este trabajo y echando la mirada atrás, es inevitable pensar que Atención Tsunami van por el camino correcto. Con sus dos primeros trabajos lograron llamar la atención y lograr el grado de "grupo emergente" que han certificado y superado con "Silencio en la retaguardia". A partir de ahora el directo tendrá la última palabra. Lo dicho, "pasa del pause y dale al puto play".
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