Los “Asian Dub Foundation” originales regresan, 20 años después, y lo hacen con un álbum grabado en una sola toma, en los estudios de Red Bull de Londres bajo la producción del mítico Adrian Sherwood, en la que recuperan toda esa lucha sonora, civil y social que tanta fama les dio a finales de los años 90.
Potencia reivindicativa en pos de una vanguardia cultural proto-antisistémica que se sinergia perfectamente con una electrónica de baile mestiza, activista y saltarina; así son los ADF de siempre y los de este 2015. Podrían poner perfectamente banda sonora a los mítines de Podemos, y es que parece que a todos se nos ha olvidado la capacidad que siempre ha tenido la música de cambiar la realidad política de aquí y allá.
Como era de esperar este nuevo trabajo de ADF está repleto de ritmos urbanos -rap, jungle, ska, reggae, drum & bass, ragga, bhangra, etc.- y en casi todos sus cortes se respira una aroma a explosiva multiculturalidad que encantará al fan habitual de este colectivo. Temas como las vibrantes y tremendonas ‘Zig Zag Nation’, ‘Fall Of The House of Cards’ o ‘Get Lost Bashar’ contrastan con la dulce tristeza de ‘Semira’. En fin, un disco que recupera toda la inmensa fuerza sonora e izquierdista de un combo fiel a sus principios musicales y de los otros. Sí, se puede.
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