Art Brut llevan cerca de década y media haciendo (más o menos) el mismo disco una y otra vez, capitaneados por el histriónico Eddie Argos. Sin embargo, el mérito de los autores radica en que a estas alturas la jugada continúe saliéndoles bien, aprovechando cada envite para entregar otro generoso número de temas difícilmente cuestionables. El combo con base en Londres mantiene intacta su especial habilidad a la hora de reinterpretar la new wave y el punk para, tras añadirles pose y pasarlo por su personal tamiz pop, prensar un conjunto hedonista y dotado con ritmo extremadamente ágil.
Sucede además que el grupo llevaba más de siete años sin publicar material nuevo –desde que viese la luz el funcional “Brilliant! Tragic!” (Cooking Vinyl, 11)–, por lo que este regreso resulta un placer evidente y alejado de cualquier reflexión adicional. Los británicos saben cómo asimilar una serie de influencias clásicas que incluyen a The Fall, Elvis Costello, Wire, Public Image Ltd., Gang Of Four, Madness, e incluso The Specials, y convertirlas en canciones de tres minutos aptas para todos los públicos. Siempre del tipo de ésas propicias para celebrar (algo) puño en alto y con una pinta de cerveza bien segura en la otra mano.
Un hito que sucede con prácticamente todas y cada una de las doce piezas que conforman la presente referencia, probando (de nuevo) la efectividad poco común de la formación dentro de su campo de acción. Sucede desde el acelerado trío inicial formado por “Hooray!”, “I Hope You're Very Happy Together” y “Good Morning Berlin”. La euforia evita decaer con “Schwarzfahrer”, una “She Kissed Me (And It Felt Like a Hit)” deudora de Blur, “Hospital!”, “Kultfigur”, o el propio single que da nombre al álbum. El quinteto decide no escatimar en instrumentación, y la usa en beneficio propio para adornar y propulsar adicionalmente la energía inherente a las propias composiciones.
Art Brut es, de manera evidente, un grupo con escaso recorrido, pero superan limitaciones trabajando a conciencia su campo de acción y, aunque hasta la fecha no hayan logrado superar aquel “Bang Bang Rock & Roll” (Fierce Panda, 05) que los colocó en el mapa, a cambio continúan manteniendo su solvencia. Han conseguido mantener la mecha encendida, y eso es lo que ha marcado diferencias con nombres situados en coordenadas similares pero que por el camino llegaron a quemarse a sí mismos y ya no interesan a casi nadie, caso de Kaiser Chiefs, The View o The Rakes.
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