Salvation

Cinco años después del doble álbum “Sonora” (Subterfuge, 18), Arizona Baby regresan a escena con lo que, al menos en cuanto a planteamiento, bien podría ser la antítesis de aquel trabajo. Si entonces el grupo castellano se explayó a conciencia a lo largo y ancho de una hora de música, “Salvation” (Subterfuge, 23) resulta ser un disco cortito y al pie, protagonizado por el número clásico de diez temas y en el que, eso sí, Arizona Baby suenan cien por cien… a Arizona Baby. Sin trampa ni cartón; sin dobleces ni experimentaciones; sin asombrosas probaturas ni giros inesperados del guion.

La referencia se impone, cuando se trata del contenido, como un disco continuista con respecto al catálogo clásico del trío, que destila su más pura esencia con ese rock de aspecto tradicional, aromas desérticos y tintes cinematográficos de western (con Ennio Morricone y Ry Cooder siempre en el horizonte). Unas prioridades que, en las hábiles manos de Javier Vielba, Rubén Marrón y Guille Aragón, deriva en secuencia ágil y solvente, de esas que se suceden con naturalidad y que, en cuanto finaliza, apetece retomar para disfrutar de un pase adicional.

Un trazado sin bajones, que mantiene ritmo e intensidad constantes para conseguir, de esta manera, un equilibrio que aboga por la identidad conjunta del elepé. Es la consecuencia prendida por la inicial “Lonely Road” y mantenida latente hasta que el asunto finaliza con el medio tiempo “Every Gun Makes Its Own Tune”, pasando por otras destacadas como el incontestable single “Nightmare In Suburbia”, “IOU Nothing”, la sentida “Ride On”, “Hit The Spòt”, o el bonito duelo vocal entre Vielba y Aragón en la melódica “Streets Of Babylon”.

“Salvation” no es sino “otro” disco de Arizona Baby, en una afirmación que debe entenderse como halago tras funcionar el asunto como seguro de satisfacción para cualquier seguidor de los pucelanos, que encontrarán no pocos argumentos entre los punteos del Sr. Marrón, el rimo impecable de Aragón a la batería, y la siempre reconocible y vigorosa interpretación vocal de Vielba. Una entrega que, además, cuenta con numerosos aspirantes a convertirse en clásicos del repertorio en directo del grupo, sumando así en positivo de cara a los siempre celebrados conciertos del combo.