A Ariana Grande le pasa al revés que a los demás mortales. En su caso, a la tercera no va la vencida porque ella ya ha demostrado sobradamente lo que valía. La artista viene de publicar dos discos muy recientes (verano de 2018 e invierno de 2019) que han sido un pelotazo y todo un éxito, pero parece que la buena racha se ha desinflado con este tercer trabajo de Ariana en dos años. A estas alturas ya nadie cuestiona la libertad creativa y la capacidad vocal y compositiva de Grande, pero con “Positions” da la sensación de que, esta vez, se ha estancado.
El primer single –del mismo nombre que el disco– ya dejaba algo fríos a sus fans, acostumbrados a hits inmediatos como “Dangerous Woman”, “No Tears Left To Cry” o “Thank U, Next”. A juzgar por él, se intuía que Ariana iba a apostar por un pop más melódico y con tintes a R&B que al electrónico, una jugada más que respetable pero que ya arqueaba cejas entre los oyentes. Y así ha sido. “Positions” contiene catorce canciones y el sonido general de todas ellas es el mismo que el que desprendía su primer single, sin apenas sorpresas. Ariana Grande se muestra muy cómoda en su sexto álbum de estudio, pero algo nos hace pensar constantemente que estamos ante una continuación muy obvia de “Sweetener” (18).
La manera en que Ariana armoniza cualquier canción es un gustazo para los oídos y sus notas agudas son de otro planeta, pero no podemos olvidar que las canciones pop de hoy en día funcionan muy en parte por la producción y el gancho de estas. Y ahí es donde “Positions” flojea. Hasta ahora, la autora de “7 Rings” era considerada una visionaria dentro del pop mainstream. Un título con el que todos estábamos de acuerdo y que quizá haya puesto las expectativas demasiado altas para este trabajo que, además, ha sido publicado casi de golpe. Ni siquiera las colaboraciones con The Weeknd, Doja Cat o Ty Dolla $ign brillan por encima de otras, si bien son correctas. Y ese es el principal problema al que se enfrenta Ariana Grande ahora mismo, con tan solo veintisiete años: que ya no se le permite ser solo correcta en lo musical porque previamente ha mostrado verdadera excelencia. Sí, podríamos decir que Ariana es la típica alumna brillante que escandaliza a sus padres por haber sacado un notable en su último examen.
En general, “Positions” no es un mal disco ni mucho menos, pero mentiríamos si dijésemos que nos ha sorprendido o que va a suponer un punto de inflexión en la industria musical actual. Quizás en este momento Ariana no haya querido jugar sus mejores cartas por esperar al día en el que podamos regresar a la pista de baile o a los conciertos. Pero, en cualquier caso, conociéndola, seguramente ya habrá pasado página y esté trabajando en un siguiente álbum, el cual será siempre bienvenido.
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