Apologies To The Queen Mary

Mal lo tienen Wolf Parade si les comparan con The Arcade Fire. Vale que son amigos y residentes en la misma ciudad (Montreal), y que un miembro de los responsables de “Funeral”, Tim Kingsbury, toca la guitarra en varias canciones del disco, pero sus discursos musicales son bien diferentes. Poco hay en Wolf Parade de la épica punk de sus mentores, lo suyo es más bien la ética lo-fi propia del pop independiente norteamericano, y, si algo les une, es cierta imaginería común en las letras (ambos sienten debilidad por los fantasmas, las maldiciones y las ganas de crear nuevos mundos en los que vivir mejor). De ahí que la historia de “Apologies To The Queen Mary” vaya por otro lado, vaya por Isaac Brock (productor del disco) y sus Modest Mouse (la saltarina “Grounds For Divorce” y “You Are A Runner And I Am Muy Father’s Son” no desentonarían en el repertorio de los de Washington) y por los Modern Lovers del primer disco (“Shine A Light” parece un remedo del “Roadrunner”). De tal particular mezcla (sumen al Brian Eno más pop y al Bowie de finales de los setenta) surgen composiciones, la bailonga “It´s A Curse” (¿la mejor canción del disco?), “Modern World” (donde demuestran sus habilidades con la guitarra acústica) y “These Heart´s On Fire” (canción-subidón del año con permiso de la mitad del disco The Arcade Fire), que ya dejan entrever la futura personalidad y valía de una banda aún en estado de crecimiento.