Solo un año después de un epé de cinco temas titulado “Lunas”, Ànteros expanden su universo conceptual y musical con el presente largo, “Cuerpos celestes”. Aquí recuperan esas cinco primeras composiciones, dedicadas a cinco lunas, regrabadas con mucho más tiempo y las ideas algo más asentadas, y añaden otras cuatro piezas con ambientación astrológica como “Vega”, la estrella más importante en el cielo después del Sol, o “Hydra, considerada la más grande de las constelaciones modernas.
Muchos teníamos curiosidad por saber cómo sonarían los nuevos Ànteros tras la marcha amistosa de Cándido Gálvez, ahora centrado en Viva Belgrado, y la incorporación de Rubén Martínez, cantante y guitarrista de la formación catalana de stoner rock Viven. Su impecable versión del “Wires” de Red Fang para el último recopilatorio “Bipolar Sessions” de la revista RockZone parecía un aviso a navegantes. Falsa alarma. El quinteto sigue navegando en aguas post-hardcore y post-metal como bien demuestra el presente “Cuerpos Celestes”.
Los primeros temas de la banda y los nuevos aparecen mezclados, en perfecta harmonía, en esta nueva referencia auspiciada por una amalgama de sellos independientes como Aloud Music, Radix Records, Lar Grabaciones y Pundonor Records, entre otros. Los nueve temas orbitan en la misma dirección y conforman un todo poderoso, apabullante y rico en matices al mismo tiempo.
Para eso ha sido necesario, como ya avanzaba, regrabar “Nereid”, “Elara”, “Rhea”, “Cressida” e incluso la instrumental “Luna” a caballo entre The Room (Barcelona) y Sandman Studio (Madrid). En el primero, el también miembro fundador de los post-rockeros Syberia Oscar Caselles grabó sus baterías; mientras en el estudio madrileño Victor García-Tapia (exToundra, exMinor Empires) y demás miembros del grupo dieron forma al resto del disco, mezcla incluida, con ayuda del productor Carlos Santos.
En líneas generales, las piezas del quinteto han cogido peso, han ganado en contundencia. El ejemplo más evidente es “Luna”, un delicado interludio en su primera referencia, transformado en un potente trallazo de cuatro minutos con un final grandilocuente en “Cuerpos Celestes”.
Con la baja del letrista y cantante original, cabía esperar que el quinteto afincado en la capital catalana se entregara al instrumental. Sin embargo, Endika Pikabea ha dado un paso al frente. Ahora no solo aporta oscuridad y violencia con sus guitarras, sino que también se postula como un gran screamer (el estribillo de “Elara” es estremecedor), algo que ya venía haciendo en su otra banda, Erroma. Mención especial también merece Rubén Martínez, quien además de añadir punteos con su flamante Firebird a la muralla de sonido también se estrena en la banda con unas voces melódicas en “Polaris”, la única pieza nueva con letra.
La banda que completa Mau Barbazza a las cuatro cuerdas está llamada a hacer grandes cosas, como demuestran “Hydra” (aquí el juego de las tres guitarras, una constante en esta banda, proporciona un placer auditivo casi orgásmicos) y la encantadora “Persei”, probablemente la estrella más luminosa de su repertorio. Sube el volumen, cierra los ojos y déjate poseer por estos cinco discípulos de Ànteros, el Dios del amor no correspondido.
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