Unprecedented Sh!t

Ani DiFranco siempre ha estado allí. A comienzos de los noventa, la de Buffalo ya estaba allí. Antes de que artistas como Phoebe Bridgers, St. Vincent, Aldous Harding o Sharon Van Etten llamaran la atención y creasen una nueva escena de autoras con fuerza y sensibilidad arrolladoras, ella ya estaba allí. La suya se antoja, por tanto, como figura clásica (e influencia contrastada para las mencionadas y otras tantas) dentro de esa liga que, en su caso, no ha entendido de encasillamientos estilísticos. Precisamente, DiFranco ha desarrollado un espíritu libre que, sin descuidar lo reivindicativo del mensaje intrínseco, ha volado sin prejuicios entre anti-folk, indie, canción de autor y pop.

Una mezcolanza que ha sido santo y seño de la casa y también protagoniza la presente (y relativamente variopinta) entrega. “Unprecedented Sh!t” es la enésima llamada de atención de la norteamericana, en forma de disco notable en el que adopta apariencia amable o furiosa –dependiendo del momento y ambas igual de convincentes– a lo largo de once nuevos temas. De la desnudez acústica y sentida de “More Or Less Free” y “Boots Of A Soldier” a las maneras expeditivas y rugosas de “Baby Roe” o unas “Unprecedented Sh!t” y “You Forgot To Speak” que recuerdan a la propia St. Vicent. Por su parte, “New Bible” la empareja con una compañera generacional e ideológica como es Kristin Hersh, y otras destacadas quedan focalizadas en la inicial “Spinning Room” o la mutante “Virus”.

Treinta y cuatro años después de su debut homónimo de 1990 y con un bagaje que suma más de veinte referencias –incluyendo inexcusables como “Dilate” (Righteous Babe, 96) o “Up Up Up Up Up Up” (Righteous Babe, 99)–, Ani DiFranco sigue siendo el eterno secreto a voces. Una posición acompañada de cierto halo (atractivo) de malditismo que la compositora aprovecha para continuar sorprendiendo a cada lanzamiento adicional. Desde esa segunda o tercera línea de fama que seguramente asume con comodidad y que, en base a su calidad, debería saltar de una vez por todas, pero que, al mismo tiempo, es posible que sea la barrera de seguridad que le permita crear al margen de elementos externos que influyan en la pureza de su obra.