Cualquier amante de la música heavy y/o rock, ya fuese seguidor de Judas Priest hace veinte años o no y que se precie de disfrutar de buenos grupos de rock duro, debe estar de enhorabuena estos días celebrando el regreso de una de las bandas de rock pesado más grandes de todos los tiempos. Todos sabemos que Rob Halford y los suyos están mayores, los años también pasan factura en el rock´n´roll, eso está claro, de ahí que lo que más llama la atención de este nuevo disco sea la solidez y contundencia, marca de la casa, que han conseguido en canciones como “Judas Rising”, “Demonizer” o el mismísimo single “Revolution”, más cercano al sonido “Ram It Down” (de lógica evolución en el sonido Judas Priest allá por finales de los ochenta) que a anteriores trabajos de la banda.
Está claro que ya no suenan, ni sonarán, como lo hicieron en los ochenta, pero eso no debe importarnos mientras las guitarras de Glenn Tipton y K. K. Downing sigan manteniendo en sus canciones los mismos medios tiempos tan característicos que los Judas patentaron en discos míticos como “Defenders Of The Faith” o “Screaming For Vengeance”.
En “Angel Of Retribution” además dan pista a algún tema veloz, al estilo “Painkiller”, como “Hellrider”, y a un gran baladón como es “Angel”, pero siempre manteniendo la tónica general del disco que se adereza una vez más de cuero negro, largas melenas y la no menos mítica moto Harley del amigo Halford.
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