Estamos ante uno de esos trabajos en los que es fácil caer en la tentación de hablar más del productor que del autor del mismo. Y digo esto porque, si uno repasa la nómina de artistas que han desfilado por el estudio que Dave Cobb tiene en Nashville, se dará cuenta del papel que está jugando en esta nueva edad de oro de la americana actual. Jason Isbell, Sturgill Simpson o Chris Stapleton han pasado por sus manos y no por casualidad. Dave Cobb sabe sacar la esencia de cada uno, incidiendo en la vertiente más auténtica de su música, y potenciando sus mejores bazas sin aplicar la apisonadora de lo homogéneo. Justo eso es lo que ha logrado con el segundo trabajo de Anderson East para una ‘major’: sacar lo mejor de este autor de Alabama de treinta años de edad, que acaba de graduarse con nota gracias a “Encore”.
Y es que “Encore” es uno de esos discos repleto de una sonoridad clásica que sabe extraer el máximo partido del rugoso timbre vocal de Anderson East, que puede recordar al de Ray LaMontagne o incluso John Hiatt. Si a eso le añades la elegancia en unos arreglos que saben inflamar el disco con clase, tirando de recursos que van de los coros femeninos, vientos, violines y teclados varios, te encontrarás disfrutando, y mucho, de baladas de soul-rock sureño como “King For A Day”, “If You Keep Leaving Me” o la sinuosa y rompedora “All On My Mind”. Temas suaves que, como es lógico y habitual, se combinan con piezas de mayor pulso roquero como “Sorry You’re Sick” o “Girlfriens”. Que no haya nada nuevo bajo el sol, y aflore cierto tufillo ‘estándar’, no debe impedir que lo disfrutemos. Yo al menos lo hago, así que apuntémoslo en la libreta como un ‘guilty pleasure” a la altura de John Fullbright, Hozier o Rag’n Bone Man.
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