La irrupción de Anabel Lee en el panorama nacional ha supuesto un soplo de aire fresco. Lejos de tonos urbanos u otros más convencionales, los de Terrassa han apostado por hacer un disco con ritmos frenéticos desde la primera hasta la última pista. Han hecho un larga duración con once canciones que están pensadas para disfrutarse en directo, saltando y “haciéndose sangre” según ellos. Bajo la producción de Carlos Hernández (Los Planetas, Sidonie), Borja, Pedri, Víctor y Jordi han creado un álbum debut muy completo.
El sonido te transporta a bandas británicas de punk o de la new wave pero con un toque actual. Y es que sus letras tienen mensajes más convencionales que hacen que el oyente conecte enseguida y se deje llevar por el ritmo, no tan convencional, de la música. El desamor es el gran protagonista del disco y lo podemos ver en canciones como “Deberías estar conmigo”, a propósito, nuevo y merecido single, o “Qué quieres de mí”. Pero también han dejado espacio para experimentar. “Plaza Mayor” tiene una letra más alegre y “Terrores Nocturnos” habla sobre la ansiedad, todas en clave de esta máxima que han creado ellos: “Ni indie, ni punk: Anabel Lee”. Pero la joya del álbum es “Quizás te espere (igual que ayer)”, un tema donde bajan sus revoluciones y nos hablan sobre las dudas que pueden tener cuatro chicos jóvenes sobre el sentido de la vida.
Una de las grandes sorpresas que nos dejó el 2020 empiezan el año a lo grande. Se nota que han querido plasmar toda la esencia que nos mostraron en sus primeras versiones y han conseguido hacer un primer trabajo redondo. Ahora solo queda esperar a que pase la pandemia para poder saltar como locos gritando cualquiera de los once estribillos pegadizos de “Anabel Lee”.
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