Algo lleva cociéndose a fuego lento en el folk-rock estadounidense que hace que, unas cuantas voces afroamericanas, estén dando un contundente golpe en la mesa de la escena, reivindicándose a cada paso discográfico que dan. Me refiero a artistas tan interesantes como Rhiannon Giddens, Sunny War, Joy Oladokum o Amythyst Kiah. Voces que dan buena cuenta de lo que significa ser mujer, negra y, en el caso de las dos últimas, firmes activistas de los derechos LGTBI en unos Estados Unidos cada vez más polarizados y escorados hacia la derecha más rancia. Por eso su música resulta más necesaria que nunca. Y máxime cuando, como es el caso, viene avalada por un disco tan rotundo y pleno como es este “Still + Bright”.
Lo tenía difícil Amythyst Kiah para superar el triunfo que había supuesto su anterior largo titulado “Wary + Strange”. Tenía el nivel muy alto y eso requería de un plus de exigencia que ha superado con creces. Y es que este “Still + Bright” acaba resultando mucho más todo. Más acertado en el poder cautivador de los estribillos. Más luminoso e instrumentado con unos arreglos que, sin caer en lo ampuloso, se muestran muy firmes, poderosos. Más repleto de groove y expansivo. Más entretenido a la par que basculado y con más ganchos melódicos que impregnan la escucha de momentos francamente memorables. En definitiva más bueno. Algo que a priori parecía complicado de alcanzar.
“Still + Bright” empieza de la mejor forma posible. Con un himno de melodía optimista y contagiosa que, en claro contraste, nos recuerda que todos vamos a acabar a dos metros bajo tierra. Además, lo hace de forma tan expansiva que hará que hasta nos mostremos contentos, si algún día tenemos la oportunidad de corearlo a pleno pulmón. Y es que uno de los blancos del álbum es la estupidez de los credos. Y Amythyst Kiah no se corta un pelo a la hora de arremeter contra ellos con frases como “My religion is none at all I build my own cathedrals and let 'em fall”. Así de directa se muestra en “Empire of Love” donde le saca el máximo partido a esa desgarradora y gruesa voz en la que canta a pleno pulmón “I'm a pilgrim for the empire of love. Tampoco se corta a la hora de tirar de ritmos hillbillies, con la ayuda de la guitarra de Billy String, o ponerse en clave power-soul en “Silk And Petals”, con el aporte a los coros de Butch Walker, que también ha ejercido de productor del disco. Un trabajo de lo más diverso, capaz de pasar del gospel en clave country de la poderosa “Die Slowly Without Complaint”, a la delicadeza de una balada a ritmo de vals como en “Dead stars”, o al country-folk de “Dar Matter” o una “Never Alone” que podría encajar sin rechinar en la discografía de Sturgill Simpson.
Toda una variedad de registros que hacen de la escucha de este“Still + Bright” algo tan llevadero y disfrutable que no dudarás en volver a ponerlo en bucle unas cuantas veces. Cosa que no puede decirse de todos los discos que pasan por mis manos. Tan solo lamento no haber llegado a tiempo de colocarlo en el Top con lo mejor del folk-americana del año.
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