Los Berserker eran los guerreros más letales y temidos entre los vikingos, tanto que se convirtieron en casi una suerte de personajes míticos, personificación del espíritu más sediento de sangre de entre las hordas nórdicas. A partir de ahí marcaron no solamente la historia y las leyendas llegadas de las tierras frías, sino que han inspirado desde libros a videojuegos, incluso a infinidad de bandas de rock y metal. Por eso no es de extrañar que Amon Amarth se inspiren en ellos para dar forma a su nuevo trabajo.
En un primer momento, parece que “Berserker” vaya a ser un martillazo en toda regla. Sin embargo, los doce temas que componen este undécimo álbum de los suecos se quedan por diversos motivos a medio camino de lo que podrían –o deberían– haber sido. La formación, liderada por el siempre poderoso Johan Hegg, no sorprende ni con la más mínima sorpresa, más allá de pequeños detalles insustanciales que consiguen pasar más desapercibidos que un vikingo en el Wacken Open Air. Nos referimos, por poner un ejemplo, a las notas de piano del final de “Valkyria”.
Por suerte, al menos queda lugar para algunas composiciones contundentes como “Skoll And Hati”, a la cabeza de los tempos más rápidos de este “Berserker”, o “Crack The Sky”. Es motivo suficiente para destacarlas, puesto que ya abriendo el álbum, Amon Amarth se quedan cortos en cuestiones de fuerza y energía en “Fafner’s Gold”.
Han pasado tres años desde que los suecos publicaron “Jomsviking”, el tiempo suficiente para que hubieran sorprendido con un trabajo mayor, algo que “Berserker” no parece ser. Necesitaban una buena excusa para volver a la carretera y aquí la tenemos. Nosotros, por supuesto, no nos los perderemos a su paso por Barcelona. Al margen de sus mayores o menores aciertos discográficos, sus directos son siempre espectaculares y motivo suficiente para que continuemos confiando en ellos.
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