El punto de la partida fue la cumbia, pero igual que no gusta volver cada día por el mismo camino a casa, Pedro Canale (alias Chancha Via Circuito) ha ido ampliando la paleta en su registro sonoro, integrando a su ejercicio de reivindicación músico-antropológico múltiples sonidos latinos: mística andina, instrumentación paraguaya o ritmos brasileños. Algunos de estos nuevos mundos de “Amansara”, su segundo largo, parten de las valiosas mixturas con coetáneos -o no tan coetáneos- como Miriam García o Lido Pimienta. Todo con un paraguas global de beats delgados, casi invisibles, que aúpan al conjunto a otro estadio, permitiendo leer su música como un valor memorístico y militante, o también comunitario, casi ritual; disfrutable en la butaca de casa y en una sala de concierto. La consagración de Canale como productor global y un halo de esperanza para el resto de sonidos enterrados y ávidos de ser descubiertos.
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