Desde aquella ola de grupos de la Costa Oeste de 2010, que dejó grupos como Best Coast, Wavves o incluso Smith Westerns y Dum Dum Girls (que por aquel entonces se prodigaban en el mismo campo, el pop desteñido cantando al desamor de instituto), que no aparecía un nombre con la fuerza con la que Alvvays lo han hecho este año.
La fórmula de este homónimo “Alvvays” no vive cerrada bajo ningún cofre, de hecho está a la vista de todos pero, como las recetas tradicionales, hace falta una maña especial para que sepa a la comida de la abuela y, eso, no todo el mundo lo tiene. Ellos sí. Decíamos pop desteñido, y eso va ligado al lo-fi, a las guitarras desganadas, la batería que suena a cobre y una voz un tanto- a veces demasiado- disimulada entre reverbs.
Dicho esto, y con el techo bien conocido que un disco de nueve canciones pueda alcanzar; las alabanzas y la gratitud no son pocas. "Marry Me, Archie" nos ha regalado ya uno de los estribillos de la temporada, esos "Heeeey, heeeeey…", los punteos de "Next Of Kin” incitan a bailar como una lagartija, el medio tiempo de sollozo de “Party Police” para acompañar con drama impuesto las despedidas o el alargado final de "The Agency Group". Un perfecto disco de emergencia, si de antemano se conocen sus limitaciones, para escapar hacia los años de pocas preocupaciones. O para aquellos que durante el verano sienten la necesidad de vivir el amor como si de una película americana se tratara.
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