Que Alondra Bentley posee una valiosa y equilibrada mezcla de talento y sensibilidad es algo que ya se sabía, en base a anteriores entregas y sus correspondientes conciertos. Sin embargo, la británica residente en nuestro país aumenta palpablemente ambición y va mucho más allá del folk en un cuarto disco con el que destacar definitivamente por encima de la media. Una obra que, grabada en Richmond (Virginia) junto a Matthew E. White, presume de sonido con pulcritud clásica y realismo emocionante.
Unas cualidades que prevalecen ante las diferentes preferencias estilísticas mostradas por la autora a lo largo de diez canciones capaces de remitir indistintamente a Kate Bush, la PJ Harvey más delicada, Suzanne Vega o incluso Lana Del Rey cuando cuentan con elementos tecnológicos. Unas variantes que alternan distinguidos arreglos instrumentales, sintetizadores y ese sinfín de detalles siempre favorecedores acompañando a una voz presentada con mayor convicción y encanto que nunca.
La nueva referencia de la artista es un disco universal por la solidez esplendorosa del conjunto, pero también gracias al nivel individual de unas composiciones elegantes, sentidas y perfectamente interpretadas, que logran el calado sin renunciar a la familiaridad. “Resolutions” es un álbum delicioso (y adictivo), de esos a los que merece la pena volver una y otra vez. Ahora y dentro de diez años.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.