Almost Cured Of Sadness
DiscosStephen Jones

Almost Cured Of Sadness

1 / 10
Redacción — 02-04-2003
Género — Pop
Fotografía — Archivo

La faceta lo-fi que cultivó anteriormente como Baby Bird no se echa en falta en el verdadero debut en solitario (hasta ahora y bajo su propio nombre sólo había lanzado un recopilatorio de instrumentales recuperados) de Stephen Jones. Al contrario, se sirve de unos arreglos cuidados y un sonido limpio, que pone al servicio de un mundo de fantasía oscuro y aterciopelado, con un cariz mesuradamente tétrico.

Falsetes, ritmos negros, scratches… Jones consigue cruzar el lado más oscuro de Nick Cave y Tom Waits con el Prince de los noventa (ese tan vilipendiado, sí) para demostrarnos que se podía crear un universo tan rico como el de The Avalanches sin tener que recurrir a esa multitud de sampleados. Aunque esté casi curado de la tristeza, le queda un poso melancólico que le da a su disco un toque de inocencia infantil ("Good Day In A Bad World" sería la banda sonora perfecta para un nuevo remake de "La noche del cazador"), sobre todo gracias a la gama de sonidos de tiovivo que suenan de fondo durante toda la audición. De repente, te los mezcla con bajos amenazantes y acordes chirriantes y te entra el miedo de verdad. Y la rabia. Todo en este disco parece tan perfecto que jode que el tío se lo haya hecho del todo solito: Yo compongo, yo toco todos los instrumentos, yo me lo produzco y hasta disparo las fotos. Al menos no fue quién mató a Jesucristo. Según cuenta en uno de los temas, esa tarea se la dejó a su novia.

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