Parecía imposible que el de Girona pudiera superar un disco de la altura de “En la distancia”, su segundo trabajo en solitario, pero me regodeo en afirmar de forma rotunda que con “Almería” lo ha conseguido. Y lo ha hecho a base de sintetizar más su propuesta, sin perderse en tantos derroteros estilísticos y dándole una nueva dimensión a esa especie de copla postmoderna marcada a fuego con un evidente sello de autor. Un sello que lo hace diferente a la hora de componer, interpretar y expresar con su voz rotunda, unas letras con una evidente carga sexual donde los labios solo merecen besos en blanco y negro, y los cuerpos se persiguen a tientas en plena oscuridad. Solo hay que dejarse mecer por la acústica de “Se irán contigo”, la psicodelia arábiga de “Obsesionado” o el efectivo trote roquero de un single tan rotundo como “Palidez” , para darse cuenta de que estamos ante uno de esos trabajos que crece con cada nueva escucha hasta ¿quién sabe dónde?.
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