El revival del folk independiente norteamericano dura y dura y no paran de llegar hasta nuestras manos nuevas muestras del mismo. Una de ellas es el disco que nos ocupa, el debut de Josephine Foster And The Supposed, tercer proyecto que inicia la cantante natural de Chicago tras los aún activos The Children´s Hour y Born Heller.
La propuesta de este trío, completado por Brian Goodman y Rusty Peterson, está en consonancia con sus compañeros de generación, léase, folk mutante empeñado en recuperar voces olvidadas del género y dotarlas de nuevo brillo. Josephine Foster pretende unir la tradición del folk inglés de los setenta, la herencia de las maravillosas Shirley Collins o Shelagh McDonald -esta última responsable de la tremenda “Let No Man Steal Your Thyme”-, con el acid rock de la costa oeste practicado por Jefferson Airplane o Grateful Dead.
El resultado de tal mezcla es un álbum arriesgado y vibrante que requiere varias escuchas y paciencia por parte del oyente para disfrutarlo. Una vez dentro, ya no se sale y se vislumbran guiños al legado de la Velvet más psiquedélica.
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