Loar y mucho menos descubrir a estas alturas de la jugada el talento de Emmylou Harris es tan estúpido como enseñar el creacionismo en las escuelas. Pero si hay algún imberbe despistado al que le interesa la tradición musical de ese gran país que se llama Estados Unidos y no sabe de nuestra musa, puede perfectamente acercarse a su talentosa voz de miel y seda a partir de este hermoso disco de versiones, temas propios y entrañables colaboraciones.
Un disco deslumbrante en las formas que parece hecho a medida del talento de su protagonista y que la devolverá a primera línea de la actualidad, por algo más que por haber entrado en el Hall Of Fame de la música country o haber dado réplica vocal al soseras de Mark Knopfler en un álbum.
Si a eso le añades que vuelve a colaborar con su ex-esposo Brian Ahern -su productor de toda la vida, sinónimo de elegancia y buen hacer-, que reinterpreta canciones de Merle Haggard, Patty Griffin, Tracy Chapman (¡memorable la revisitación de “All That You Have Is Your Soul”!) e incluso participa en la composición de hasta cinco piezas (tres de ellas propias) para acabar rodeándose de colaboradores estelares como su amiga Dolly Parton o Buddy Miller, ya no sé que más añadir para decirte que estamos de enhorabuena.
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