Cuatrocientos cuarenta y un días después de su sorprendente álbum de debut, Alizzz regresa con “BOICOT”, un EP de cinco temas –de los que ya nos había descubierto dos– en los que se atreve a jugar y experimentar con su propia música. Y eso, en su caso, solamente puede ser sinónimo de buenas canciones.
Alizzz dejó el listón bastante alto con las diez canciones de su primer disco, pero ahora ha conseguido no acomodarse y, en lugar de quedarse en ese brillante pop guitarrero, se ha abierto a experimentar sin abandonar nunca su cara pop, pero presentando un sonido más bruto y al mismo tiempo más nítido. Menos Alizzz y más Cristian, boicoteando todo lo que había creado hasta ahora.
Abre el trabajo con la inédita “Pierdo el sentido”, una pieza en la que ya nos descoloca sumando electrónica, con una base rítmica más dura, pero con la misma lengua afilada de siempre. De ahí pasamos a “Superficial”, uno de los temas más pegadizos del conjunto en el que narra como son las cloacas de la industria musical, el vacío que te deja llegar a ser una estrella y esa relación de amor/odio que se genera con la música. Pero, aunque se queje de la industria, también tiene un momento para celebrar todo lo bueno que le ha aportado la música en “Los mejores”, una carta a su yo futuro en el que le recuerda todo lo que ha conseguido. Y aunque engañe con la estrofa pop, el estribillo nos guarda una sorpresa urban al más puro estilo de su trabajo con C. Tangana. Pero lo mejor de la pista lo encontramos al final cuando, sobre unas líneas de guitarra de Ferran, nos vienen a la cabeza imágenes mentales de sus recientes triunfos, de sus sold outs, de los millones de reproducciones, de los Grammy con pucho. De sus victorias en la música.
“BOICOT” termina con los dos singles. Por un lado, la rockera “Que pasa nen”, de la que tanto se ha hablado y que nos lleva a la raíz de Cristian, a su Baix Llobregat, a la playa de Castefa. Una radiografía del clasismo adaptada especialmente a la industria catalana. Sin duda, el hit del epé. Por el otro, esa “Todo está bien” que es la canción perfecta para cerrar el trabajo. Siete minutos de pop melancólico en el que reivindica el bienestar de uno mismo por encima de todo lo demás.
Por tanto, “BOICOT” es a demostración de que Alizzz sigue –y va a seguir– creciendo y desarrollándose como artista. Y nosotros estaremos ahí para ser testigos.
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