Que se joda todo lo demás

Alice Wonder es una de las voces que más ha sorprendido en el panorama musical en los últimos años. Tras su exitoso “Firekid” (Infarto Producciones, 18), vuelve a lanzar un disco tres años después, pero esta vez subiendo un peldaño más. El cambio de idioma es un acierto, tanto por la expansión de su público, como por el sentimiento que es capaz de transmitir en español que ya había dejado entrever con “Bajo la piel” la última pieza de su primer LP.

Arranca el disco con “No te vayas”, un emotivo tema sobre el miedo a perder a una persona que llega al súmmum a mitad de la pista. En ese instante la base se pone más intensa y pasa a un momento casi acústico que acaba explotando con una vuelta del estribillo mucho más potente que la anterior. La sensación de tener de vuelta a los fantasmas de tu cabeza llega con “Sueño raro”, que a su vez cuenta con una gran producción que completa la canción. “Por si apareces” y “Que se joda todo lo demás” son las más cercanas a fórmulas de pop convencional. Y mientras que la primera trata sobre un amor que no acaba de ser correspondido, la segunda consigue superarlo y emprende su propio camino, liberada.

Continua con “O”, una pieza casi acústica que habla sobre las reflexiones que tienes que tomar antes de dejarlo con tu pareja. Alice consigue llevar esa sensación a la letra y entre su voz y la minimalista producción hace que se te trastoque todo solo con la primera escucha. “Corazón mármol” es una súplica para que esos fantasmas la dejen en paz, una balda que busca poner el punto final a esta historia.

La pieza más diferente de todo el álbum es “¿Quién soy?”. Ha creado un tema, junto a L’Voix, de seis minutos que vira entre el pop y la electrónica que explica una historia de superación, la suya propia. Y acaba con “Decir adiós”, con una sonoridad más cercana al resto de sus composiciones, logra dejar atrás a esos fantasmas, ya es libre. Un proyecto que viene a confirmar las expectativas que se sacaron hace tres años con su álbum debut. Alice Wonder es una estrella en ciernes que va a llegar a donde ella se proponga.