Cuando era una niña descubrí a Alice In Chains. Todavía no sabía que estaba descubriendo el rock, el grunge y el metal, pero me quedé con aquellas canciones. Los diez temas de "Rainier Fog" me han transportado de nuevo a esos días en los que toda música era nueva para mí. Y es que parece que el grupo ha decidido retomar el pulso de sus orígenes, cuando eran la parte más dura del grunge. Por eso no faltan los riffs potentes, acompañados en todo momento por la desgañitada y penetrante voz de William DuVall. Ahora bien, pese a mantener las señas de identidad de Alice In Chains, también se atisba un tono más moderno en todo el conjunto. "Drone", ecuador de este sexto trabajo, se alza como uno de los mejores temas del disco gracias a sus tintes doom, junto a "Never Fade", otra de las favoritas, con DuVall arrastrando la voz y consiguiendo unos cambios de tono admirables. A propósito, el nombre hace referencia al Mount Rainier, montaña de Seattle.
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