Silence

Alexis Taylor aprovecha su nuevo disco al margen de los afamados Hot Chip para firmar esta muestra de sensibilidad y minimalismo que se aleja, poco menos que diametralmente, del electro-pop juguetón y algo hedonista practicado por la banda que lidera. El vocalista opta en este spin-off por una temática reflexiva, de agradables parajes recreados sin prisas en torno a ese ritmo pausado que, al mismo tiempo, supone el principal argumento de ‘Silence’ (AWAL, 21).

La referencia –quinta bajo su propio nombre– se abre con la magnífica “Dying In Heaven” (recordando a The Antlers), antes de dar paso a las también inspiradas “Death Of Silence” y la casi jazzistíca “House Of The Truth”. Un trío de ases sedoso e incontestable que bien podría ser lo mejor del lote y que, por sí mismo, justifica la publicación de la presente obra. A continuación aparecen otras piezas que evitan desentonar, caso de una sentida “Violence” al piano, apurando una delicadeza que también se extiende a “Strange Strings”, además de la bonita (y deudora de Paul McCartney) “I Look To Heaven”. Aunque en un escalón inferior, el elepé también incluye piezas aceptables como la instrumental “Thylacine” ejerciendo de ecuador, “Melting Away” y “You’ve Changed Your Life”, todas ellas con el único acompañamiento del piano. La reiteración comienza a asomar con “Consequences”, y se reafirma en el tramo final a través de la propia “Silence” (que da título al lanzamiento y no es sino una toma diferente de la ya mencionada “Death Of Silence”), y la final “Wollongong Waves” protagonizada por ruido blanco.

‘Silence’ es una buena entrega por parte de Taylor, a pesar de la irregularidad latente en el segundo tramo –el disco hubiera lucido más concretado en diez temas–, con el artista utilizando este eslabón de su carrera en solitario para concretar una faceta de mayor profundidad. Y es que la convicción de varias de las aquí seleccionadas sugiere que el británico maneja, con soltura, una polivalencia compositiva que igual se empeña en resultar emocionante que apunta con tino hacia la pista de baile.