Salvo contadas excepciones, la plana mayor del pop y rock de San Sebastián sigue viviendo de proyectos que hunden sus raíces en el Donosti Sound y el sonido Buenawista. las dos principales corrientes que se fraguaron en los años 90. Los miembros de Albert Cavalier tienen entre 19 y 20 años y su background musical no tiene nada que ver con La Buena Vida o Señor No. Ensayan en los locales del barrio de Amara donde dieron sus primeros pasos La Oreja de Van Gogh, pero afortunadamente los tiros tampoco van por ahí.
Su escuela musical, en cierta forma, han sido los conciertos que la promotora local Ayo Silver! ha montado en la sala Dabadaba. Pablo Martínez (voz y guitarra), Gonzalo González (guitarra, voz), Javi Izaskun (bajo y teclados) y Asier San Sebastián (batería) eran cuatro chavales que se juntaban para tocar las clásica versiones de los años 60 y 70 hasta que les empezó a picar el gusanillo por el estilo de música de las bandas que veían en directo.
The Oh Sees, Black Lips, Palma Violets y, cómo no, Ty Segall, son ahora sus referentes. Así que las cinco canciones de su EP de debut, grabadas en directo en el lustroso estudio Meca de Oiartzun, suenan a garaje de nuevo cuño, pinceladas psych y surf y cierto caos controlado. Arrancan con la urgente "Contraception", recuperan y amplían de su primera demo "La Casita", arman un potencial single (“I don´t fucking surf"), parecen emular los salvajes cambios de ritmo de los Pixies cuando llega el estribillo de "No Sleep" y, por último, se ponen punkies en nombre de la eterna juventud en "Ain´t Getting old".
¿Nada nuevo bajo el sol? ¿Más de lo mismo? ¿Otra banda en el mundo jugando a ser los nuevos Black Lips? Puede ser, pero todos aquellos jóvenes que están dispuestos a empuñar sus guitarras siempre serán bienvenidos. Más aún si aportan un soplo de aire fresco a la reciclada -pero veterana- escena musical donostiarra.
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