Descubrí a la Albany en mitad del confinamiento, durante el mes de abril de 2020, y recuerdo mirar por la ventana desde la cama mientras escuchaba embobado su primera mixtape, “Alcohol & Sullivans”. Recuerdo esos días como largos, planos y silenciosos, llenos de incertidumbre y preocupación, pero a la vez de mucha paz y tranquilidad. Ya no sabía qué más canciones escuchar, así que descubrir a Albany en ese momento de mi vida fue revelador y muy luminoso. Su voz es tan personal y su manera de componer tan profunda (y, a la vez, cotidiana) que hacía que su sonido fuera precisamente lo que mi mente necesitaba escuchar. Y desde entonces me ha estado acompañando, como a muchos otros gatos callejeros, hasta hoy, día en el que se publica su esperado nuevo trabajo, “Se trata de mí”.
Lejos de intentar encajar en lo que parece que se lleva ahora en el género urbano o en el trap (ella misma afirma que no lo entiende), Albany es una artista que se guía por instintos. Y, hasta ahora, nadie puede decir que le haya ido mal: Alba Casas es, ahora mismo, la única artista que puede decir que dos pesos pesados como C. Tangana y Yung Beef colaboran en su mixtape. Nunca antes habían coincidido estos dos en los créditos de un mismo trabajo de nadie, y eso quiere decir algo. Sin embargo, lo que para nosotros podría ser un hito en la música urbana, para la Albany es en realidad fruto de una amistad natural y admiración mutua entre todos ellos. Nada más que eso, sin operaciones calculadoras ni comerciales de por medio.
En “Se trata de mí”, Albany vuelve a recordarnos que lo suyo son las composiciones tristes y melancólicas, a pesar de que su actitud en “Sugar Mami”, su pelotazo junto a La Zowi, también nos hubiese convencido. El punto de partida de toda la mixtape es, como dice el título, ella misma y su estado emocional durante los últimos dos años. Comienza con toda una declaración de intenciones que es directa y concisa: “No estoy bien”. Y a partir de ahí, con la raíz arrancada de cuajo, todo fluye con más serenidad y quietud.
Pero no todo van a ser penas en esta vida, y Alba también tiene un lado pícaro y despreocupado que muestra cuando le apetece (¿alguien ha olvidado la ya icónica frase “Te han olvidao como a David Civera” de su anterior mixtape?). Ejemplo de ello es el tema “Calvin”, que aporta algo de diversión a un trabajo que se caracteriza, en general, por estar hecho por y para los corazones partidos. Quizá para algunos sea demasiado contenido ‘sad girl’, pero personalmente creo que no hay mejor timing que este para recibir música así. Con todos mis respetos a Soto Asa o a Bad Gyal, que recientemente han publicado maravillosas mixtapes o EP’s pensados para el club, pienso que somos también muchos los que ahora mismo encontramos la identificación o el mood en temas como “No creo en el amor”, “Un par de lágrimas”, “Te engañas” o la preciosa “Chica fantasma”, junto a Yung Beef.
Cierra la mixtape el tema junto al chico del momento, C. Tangana, en una “Bebé” que juega con una sensualidad y un gancho que, a la larga, pueden ser los ingredientes clave para hacer de esta canción un grower tímido que perdure. De cualquier modo, después de haber sido de sobra testigos de la gran habilidad de la Albany nadando en aguas urbanas, ¿a quién hay que llamar ahora para que la convenzan del todo en eso de lanzarse al flamenco?
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