Un año después de su primer álbum, Airu recibe su nuevo EP con el griterio agudo de unos críos que celebran la llegada de las vacaciones. Es su manera de introducir las cuatro canciones que suceden a continuación. Canciones que al principio se enmarcan bajo la impronta de ritmos bastante más joviales y optimistas que su primerizo dream pop sentimental. Tanto "El sol", donde vuelven a aparecer los coros infantiles, como sobre todo "Dejar de ser", juegan con el cerco electrónico que vigoriza el resultado, algo que ya apuntaba por momentos el álbum "Con lo bueno y con pena".
Pero "Yo no sé nada! nada!!!", casi parafraseando a Sócrates, se reserva también un par de momentos de sosiego. "Jugando a que hay algo aquí" (un título muy Airu) es como una balada oscura de piano, autotune, y desarrollo melancólico. Finalmente "Anegauta", aunque es una versión del grupo de Mungia TOC, nos devuelve a su cantante Irune en su registro vigilia, y por vez primera en euskera, sobre una atmósfera turbia y ralentizada que sólo en la parte final enfila un intento de estallido. Grabado en El Tigre con Jon Arrizabalaga, el ep le sirve al grupo bilbaíno de nuevo acicate y empujón en su actual gira europea que incluye Francia e Inglaterra.
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