Si la cuestión no es si arder o no, sino cómo hacerlo, Greg Dulli y compañía lo tienen perfectamente claro desde hace ya más de tres largas décadas: dándolo todo. Los artífices de una obra maestra del rock más intenso, crudo y confesional como “Gentlemen” (93) (al menos, Dulli y el bajista John Curley, que son quienes quedan de aquella época) ya parecían mayores en 1993, de modo que los años no han podido más que beneficiarles. Que el tristemente fallecido Mark Lanegan bautizara el álbum pone una nota emocionante a otro capítulo dorado de una trayectoria intachable.
Y eso que la cuarta entrega de la banda en su segunda etapa no tenía fácil llegar a las cotas del sublime “In Spades” (17), imponente predecesor marcado por la inquietante sombra de la finitud. Pero como pudimos comprobar con su reciente debut en solitario, el de Ohio vive un momento creativo dulce y aparentemente inagotable, que se traduce en un nuevo espléndido álbum de soul rock visceral que propone un puñado de canciones cargadas de profundidad, contrastes, vitalismo y sudorosa pasión. El ejemplo perfecto sería el single “The Getaway”, agridulce maravilla sustentada en un piano atmosférico, con cuerdas y melodías entre la psicodelia y el soul que nos recuerda que a Dulli le gustan tanto Pink Floyd como James Brown.
El puñetazo de oscura intensidad rockera de “I’ll Make You See God” se ha encargado de abrir un trabajo en el que no dan respiro, oscilando del tono crepuscular desafiante patentado por el grupo (”Catch A Colt”) al negro riguroso catártico (“Jyja”) y la luz melódica: “Please, Baby, Please”: maravillosa balada en la que Dulli lo da todo vocalmente. En “A Line Of Shots” se rinden a su lado pop y en la emocionante “Domino And Jimmy” recuperan a la vieja amiga Jody Stephens en labores vocales. “Concealer” pone el respiro acústico mientras la intensa “In Flames” ejerce de cierre ideal. Sin salir de su territorio –ni maldita la falta que hace– The Afghan Whigs han alcanzado el magisterio en el arte de hacer discos de rock trascendente y atemporal que salen de las tripas y el corazón.
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