El sexto trabajo de Darren Cunningham como Actress es uno de esos discos capaces de sumir al oyente en un estado casi hipnótico durante el tiempo de su escucha. "AZD’ (pronunciado ‘azid’, apodo con el que se referían a Darren de niño) huye del presente aquí-ahora para adentrarnos en nuevas dimensiones espacio-temporales que el londinense construye a base de artillería pesada. Si bien, siguen aquí presentes aquellas dinámicas de su anterior ‘Guettoville’ (Ninja Tune, 2014) que recordaban en gran parte al sonido de Chicago y Detroit, el artista añade esta vez a su techno-dubstep una buena dosis de experimentación y sonidos afrofuturistas, con engrosados subgraves y capas de sintetizadores que planean hacia otros lares menos conocidos dentro de su retorcido universo sonoro.
Complejo, visionario y cerebral hasta la médula, lo nuevo de Actress no solo reinterpreta el imaginario del futuro, sino que lo deconstruye y deshace para recomponerlo más tarde a modo de banda sonora de lo incierto. Y el resultado sorprende, cautiva y acojona.
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