El disco se inicia con toda una declaración de intenciones. Detrás de un título tan significativo como “Living Well’s The Best Revenge” se esconde un puñetazo rabioso de tres minutos, en lo que parece una actualización de su “It’s The End Of The World (As We Know It)”.
Y no será la primera vez que nos vengan recuerdos de “Document” y de su etapa alternativa en I.R.S. A lo largo de los once temas de “Accelerate” (y tan acelerado, el disco sólo dura poco más de media hora), el protagonismo principal de las guitarras se suma a un tratamiento visceral y desparasitado de efectos, dentro de un proceso de rockerización en el sonido de una banda para la que ya pocos albergaban esperanzas.
Las nuevas composiciones de los de Athens cuentan además con un músculo melódico que no disfrutábamos en ellos desde hace más de una década. Ya sea el olor a R.E.M. clásico que desprende “Until The Day Is Done”, el oscuro paisajismo de “Houston” o la adicción melódica de “Man-Sized Wreath”, cada uno de los once temas nos muestra una banda rejuvenecida y saludable que tocó fondo hace ahora cuatro años, decidiendo dar puñetazo en la mesa y reinventarse. Ahora, con "Accelerate", comprobamos como la jugada –aplauso- les ha salido bien.
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