Si existe un grupo que sepa manejarse con soltura entre riffs monolíticos y ritmos industrialmente hipnóticos no les quepa duda que se trata de los británicos Godflesh. Y ahora, con su primer larga duración desde “Hymns” (01), claman justicia al cielo que solamente se fijó en Swans y lo hacen con el arrojo de una horda de vikingos futuristas e industriales, con la fuerza de una legión de robots sanguinarios que observan el mundo que les rodea y lo describen con toda la inmundicia, la ira y la violencia sonora que les es posible. Justin Broadrick y G.C. Green mantienen esa energía pasional que, en sus manos, deviene en apisonadora (más industrial en “New Dark Ages”, más humana en “Curse Us All” y más melancólica en “Forgive Our Fathers”, por poner ejemplos que marcan extremos) y que les ha caracterizado desde sus inicios. No busquen novedades en “A World Lit Only By Fire”, más que nada porque van a encontrarse con lo que siempre han sido y serán Godflesh, el tormentoso reflejo de un mundo en el que la crudeza, los estados totalitarios y la rabia, la furia y el odio marcan las reglas del juego. El mundo de Godflesh quizás sea hijo de la ciencia ficción más apocalíptica o de la conspiranoia más futurista que podamos imaginar, pero cada uno de sus temas es una demostración de fuerza tal que repasar estos diez temas una y otra vez se convierte en un malsano placer que te vacía por dentro dejando lugar para una nueva escucha.
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