Quizás fuera por la excelente producción de Bob Ezrin, o quizás por temas como “Capricorn” o “Fallen”. El hecho es que “30 Seconds To Mars” (02), el debut de la banda comandada por el actor Jared Leto, se erigió como uno de los mejores discos del año dentro del género que los norteamericanos denominan "corporate rock", que viene a querer decir algo así como rock pastelero, realizado con los ingredientes necesarios para encajar en la radiofórmula y gustar al principal target consumidor de música: los más jovenes.
Como en un buen pastel, su resultado depende de la mezcla de los ingredientes, y el producto puede pasarse de dulzón, ser de un empalagoso inaguantable o quedar en su punto justo y gozar de un sabor exquisito. Si el innovador y variado “30 Seconds To Mars” encajaba en esa tercera categoría, el nuevo “A Beautiful Lie” acaba resultando indigesto y merengón. Al igual que les ha pasado a otras bandas sinónimas como Good Charlotte o The Used, los de Leto parecen más preocupados en la búsqueda de la fórmula definitiva del single de éxito que en la creación de buenos temas. En esta ocasión, no consiguen ninguna de ambas cosas.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.