Ah, las rebajas... Bragas manoseadas, carteles de colores, precios psicológicos, oportunidades de la temporada pasada, medias desprecintadas, microfibras de usar y tirar... Todo eso, sí. Y más. El nuevo disco de Chicks On Speed es como las mismísimas rebajas. ¿Malo? No, no, no... no, no. Es puro reciclaje de lo que nadie parece querer. O mejor: pura creación, pura re-creación. Genial cuando busca el hit fácil (“We Don´t Play Guitars”, “Fashion Rules”, “Shooting From The Hip”), cuando recupera a los nunca suficientemente reivindicados Tom Tom Club (“Wordy Rappinghood”), cuando avasalla con la parafernalia ochentera (“99 Cents”), cuando copia a la Madonna de hace cinco temporadas (“Coventry”) o cuando se hace -sin serlo- la boba de la clase (“Shick Shaving”). Pero, sobre todo, genial cuando le echa morro al asunto, cuando grita a tres voces, cuando es más descarada que moderna, cuando se rodea de Peaches, Miss Kittin, Le Tigre y la propia Tina Weymouth (Talking Heads, Tom Tom Club)... Más que un disco kitsch, “99 Cents” es un concepto cultural. El de cada enero, el de cada julio. El de tres mentes perturbadas con algo que decir. Y la suficiente fuerza para gritarlo.
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