A Lagartija Nick les deberíamos llevar entre paños de suave terciopelo. Y, aunque acabe resultando pesado, no dejaré de repetirlo. Acostumbradas como están las bandas de los noventa a repetir sus planteamientos hasta la extenuación -suya, de su público e incluso de los medios-, los de Antonio Arias siguen inspirando una confianza fuera de toda duda. Porque Lagartija Nick viven en un universo paralelo, lo demuestran sus textos y lo evidencia esa necesidad vital que tienen de tomar nuevos caminos sin abandonar esos toques que les diferencian de cualquier otra banda habida y por haber en este santo país.
«Lagartija Nick» va, obviamente, un paso adelante con respecto a «Val Del Omar», de forma directamente proporcional a lo que se aleja del público más acomodaticio. Y aunque apunta escasos puntos en común con «Inercia», Lagartija Nick han sabido combinar los textos y las melodías de siempre (especialmente en «Newton (Espacio 1999)»), con unas bases musicales más ariscas y duras si cabe de las presentadas en su anterior obra. Planteado en tres partes, el trabajo alcanza su esplendor en el intervalo que comprenden «Azora67» (con frases del Corán como inicio y unos impecables coros protagonizados por Silvia Superstar) y «Tao Te King», un tema influenciado por los ambientes de Korn y que resulta ser uno de las mejores piezas del álbum.
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