Creadores de unas señas de identidad, de un sello, de una forma de expresión tan cercana a la electrónica como al punk, de una nueva forma de gabber inteligente, Atari Teenage Riot se han convertido en una banda indispensable.
Convertidos definitivamente en cuarteto, los de Alec Empire vuelven con una nueva salvajada sónica (antifascismo-anarquismo radical, guitarras sampleadas, electrónica primitiva, apuntes drum’n’bass, hardcore y mucho punk rasposo), que puntualmente se permite pasajes más calmados de los que hayamos en «Delete Yourself» o «The Future Of War». Arropados por The Arsonists y con Kathleen Hanna (de Bikini Kill) como vocalista invitada en «No Success», ATR han vuelto a firmar un disco que despega de forma brutal («Revolution Action» y «By Any Means Necessary» arrancan con toda la contundencia esperada), continua con la mala leche acostumbrada y que, por el camino, muestra algún apunte menos lacerante (el hip hop de «Western Decay».
Al final, cuando uno acaba de escucharlo con dedicación –los primeros compradores podrán continuar con el también arrollador compacto extra «Live In Philadelphia»- se da cuenta de que si ATR presidiesen el mundo de la electrónica de muchos bodrios nos libraríamos. Si ya lo decía aquel, punk not dead.
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