Arrancaba el WOP Festival con el creador de la propia fundación WOP (entidad que, a través de eventos, financia proyectos de investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas) sobre el escenario, Mikel Rentería, que junto a su banda The WOP Band descargó un repertorio corto y potente centrado en su último trabajo, titulado “Vida”. Alusiones musicales a Tom Petty o Lou Reed y unas canciones que en castellano encuentran su verdadera razón de ser. Buen comienzo de una noche en la que íbamos a encontrarnos con los viejos amigos.
Y es que para muchos eso es Cracker, una agrupación con la que ya hemos podido vibrar en varias ocasiones por estos lares (crónica del 2017 en Bilbao). Esta fue mi cuarta vez, y aunque el factor sorpresa no estuvo tan presente, David Lowery y Johnny Hickman (junto a su efectiva base rítmica) estructuran bien sus repertorios y saben dejar hueco para canciones nada obvias de su discografía, dosificando a la vez algunos hits y favoritas de los últimos treinta años.
Aparece el guitarrista Hickman en escena y apenas prueba cinco segundos de un blues antes de volver a desaparecer tras el escenario. Es una especie de pique invitándonos a reclamar su presencia, cosa que como entregado público hacemos al momento. A partir de ahí todo va hacia arriba: desde la creciente “Been Around the World” o “Seven Days”, el hit que nunca lo fue (ambas del olvidado “Gentleman´s Blues”), a las inexcusables y coreadas “Teen Angst (What the World Needs Now)” y “Eurotrash Girl”, haciendo parada en, como decía, temas poco manidos del calibre de “The World is Mine”, “Sunrise In The Land Of Milk And Honey” o “Hey Bret (You Know What Time it Is)”.
Sacan su característica pegada rockera cuando el tema lo merece (en ese sentido no faltaron “Don´t Fuck Me Up (With Peace And Love)”o dos favoritas del añorado Kerosene Hat, “Get Off This” y “Movie Star”) y la guitarra acústica para canciones más delicadas como la oscura “Dr Bernice” o la coreadísima “I Want Everything”, dejando bien claro que lo de este grupo va de intensidades. Me encontré con un viejo conocido que me dijo que “ya era hora de recuperar la carne de gallina”, y estoy muy de acuerdo con él, son estas pequeñas cosas las que, en cierto modo, hacen posible que sigamos aguantando y, de nuevo, disfrutando.
Creo que todos nos deleitamos con el mayor hit de los Californianos, “Low”, que a pesar de haberla escuchado novecientas veces, en directo sigue resultando punzante a la vez que reconfortante. Cerraron con el baladón “Another Song About the Rain” de su debut de 1992, una canción poderosa en la que cantó la voz principal el guitarrista Johnny Hickman, tal y como hiciera en el álbum. La colorista y animada “Beautiful” fue la encargada de abrir el bis, seguida del “Pictures of Matchstick Men”, original de los primeros Status Quo y grabada por Camper Van Beethoven (el otro grupo de Lowery) en 1989. Un buen cierre para uno de esos shows a los que ya nos tienen mal acostumbrados, porque llevarán siete años sin publicar un nuevo trabajo, pero lo que es en directo, parece imposible pensar que un día podrían fallar. Hasta ahora nunca lo han hecho.
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