La nueva sensación del indie rock hecho en Canadá aterrizaba en Barcelona con ganas de demostrar in situ la valía de un primer disco, el notable “Apologies To The Queen Mary”. Y a fe que lo consiguieron. Si bien éramos muchos los que teníamos nuestras dudas sobre sus prestaciones en directo (su vocación lo-fi y sus pintas de vagabundos despreocupados hacían esperar un concierto desigual), los de Montreal consiguieron dotar de más y mejores matices a todas sus composiciones encima de una escenario. Algo que consiguieron a base de ganas, actitud, entrega y una intensidad (se dejaban la vida en cada tema) que, a la postre, abrió su paleta de influencias (a ratos recordaban a los Bright Eyes del “Digital Ash In A Digital Urn”, sobre todo por la apasionada voz de Spencer King, y a los Psychedelic Furs más nerviosos, raros y melódicos), demostrando una variedad de registros que hace subir enteros su propuesta. Repasaron su disco de debut casi de forma íntegra, destacando por encima de las demás, canciones como “Shine A Light”, “It´s A Curse”, “Your A Runner And I Am My Father´s Song” y la orgiástica “These Heart’s On Fire”, esta última, verdadera cumbre de su aún corto pero esperanzador cancionero. Abrió la noche Dante DeCaro. El ex-guitarrista de Hot Hot Heat (y ahora quinto miembro de Wolf Parade en directo) aburrió con su folk de aires dylanescos y vocación nerd.
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