Durante los desfiles de la Antigua Roma, un siervo era el encargado de acercarse al general victorioso para susurrarle las palabras “memento mori”. Le recordaba así que era tan solo un hombre, y como tal, sometido a las limitaciones de su condición de mortal vulnerable. La cita de Wilco en el Kursaal se había aplazado en dos ocasiones por la pandemia y el lunes ésta se acercó de nuevo a la banda, pero esta vez para susurrar “memento COVID” (Badum Tssss) y provocar la baja puntual, pero enorme, de Nels Cline, que había dado positivo esa misma mañana. Sí, Esta banda de rock actuó sin su guitarrista principal. Fue una caída tan de última hora que empezamos a sospecharlo cuando no le vimos aparecer sobre el escenario, y terminamos de asumirlo cuando el propio Jeff Tweedy nos lo confirmaba, en su primera interacción con el público, antes de presentar el tercer tema de la noche, “I Am Trying to Break Your Heart”, título que ni pintado para acompañar semejante noticia.
No sólo se nos rompió un poco el corazón, sino que provocaba una mezcla de vértigo y curiosidad comprobar in situ cómo resolverían la situación. ¿El resultado?, sorprendente. Cualquier persona que no les conociera (si eso fuera posible) no habría percibido ninguna carencia en lo que sonó en el abarrotado Kursaal. Los que sabíamos a lo que íbamos, evidentemente notamos la ausencia del bueno de Cline, pero no en los “vacíos”, que no los hubo, sino en el prodigioso reparto, entre los cinco músicos, de las partes-efectos-atmósferas que correspondían al convaleciente guitarrista. Que Wilco son una banda más grande que el tamaño ya no es algo que haya de defender y ayer se pudo comprobar, no solo por la exhibición de un repertorio lleno de joyas, sino por la capacidad de ejecutarlo adaptándolo a una circunstancia extrema, más con reinterpretaciones que con parches.
Los setlist de la banda mutan durante la gira y es posible que el de ayer lo hiciera con más motivo. Sea como fuere, durante los 26 temas que interpretaron, reflejaron todo el espectro posible de emociones en una velada en la que predominaron los temas de corte intimista; de hecho Jeff Tweedy apenas si cogió un par de veces la guitarra eléctrica. Esto, junto al hecho de que las canciones estaban engarzadas sin apenas pausas, generó una contención que estalló especialmente en los temas con crescendos y explosiones sónicas, como “Poor Places” o “Sunken Treasure”. Sentimos ganas de escupir tabaco sentados en el porche de nuestro rancho con el country de “Ambulance”, “Cruel Country”, “Lifetime to Find” o “I Am My Mother” (con la que abrieron la noche). Atisbamos la herencia pop que transita entre The Batles y Big Star cuando sonaron “Story to Tell”, “Box Full of Letters” y "Hummingbird”, durante la cual, un danzante Tweedy sin guitarra, jugueteaba con su gorro saludando con él a la banda durante los aplausos. Muy celebrada, coreada y grabada desde los móviles “California Stars”, que registraran en su día junto al nunca suficientemente loado (fuera gorras) Billy Bragg. Especialmente emocionantes, por cierto, los arreglos de banjo para este tema que parecía inmejorable. También fue recibida con jacaranda “Jesus, etc”, porque lo merece y por formar parte de ese monolito que es “Yankee Hotel Foxtrot”. Similar respuesta provocó el solo de guitarra eléctrica de “At Least That's What You Said”, por soberbio y porque nos trajo a la mente a un Nels Cline viendo la tele en su habitación de hotel con el termómetro en la boca. Ponte bueno, Nels, y sobre todo hidrátate y no salgas a la calle en las horas centrales del día.
La electricidad desmedida de “I'm the Man Who Loves You” puso en pie a todo el auditorio mientras los cinco músicos abandonaban el alfombrado escenario. Volvieron al rato respondiendo a la, no protocolaria, si no efusivamente solicitada ristra de bises. Fue entonces cuando abrieron las esclusas para dejar libre todo el torrente de “Red-Eyed and Blue”, “I Got You (At the End of the Century)”, “Monday” y “Outtasite (Outta Mind)”, en la que ya estaba en pie hasta el teclista.
¡Eh, COVID!, relaja y presta atención: memento Wilco.
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