La honestidad al poder
ConciertosViva Belgrado

La honestidad al poder

8 / 10
JC Peña — 05-02-2024
Empresa — Inverfest
Fecha — 02 febrero, 2024
Sala — La Paqui (Antigua sala BUT), Madrid
Fotografía — Santi García

Aunque se han ganado el respeto generalizado desde que irrumpieron en el panorama hace más de una década, los cordobeses Viva Belgrado han alcanzado ese punto ideal y no tan frecuente en el que público y crítica parecen totalmente alineados. La banda disfruta de un momento dulce que se ha trabajado a pulso.

Una abarrotada sala Paqui certificó que la inmejorable acogida de su reciente Cancionero de los Cielos no es casual. Con su cuarto trabajo, el cuarteto ha subido un peldaño más en una trayectoria ascendente caracterizada por la constancia y la pasión hacia el rock que les gusta. Además, abrirse de forma natural a territorios un poco alejados de las coordenadas que dominan y donde están cómodos les ha salido bien. Del post-hardcore, el screamo y los paisajes instrumentales post rockeros han llegado a territorios más melódicos, pero sin dejarse a nadie por el camino, sino sumando matices.

Y hay que tener mucha seguridad en lo que uno hace para dejar que inicie la velada un grupo de amigos con afinidades estéticas como los madrileños Boneflower. Engrasadísimos y muy competentes en cada instrumento, auparon su hardcore de pausas y explosiones de furia con elementos atmosféricos de post-rock y emocore a cotas de cruda belleza. Tan arriba terminó el trío madrileño que el cuarteto protagonista de la noche pareció entrar un poco tímido con las guitarras shoegaze de “Perfect Blue”, hasta que a partir de la tercera o cuarta canción su puesta en escena fue ganando en pegada e intensidad.

Por boca del vocalista Cándido Gálvez tuvieron el bonito detalle de dedicar su concierto al “legendario guitarrista cordobés” Ángel Molina, tristemente fallecido la semana pasada, y fundador de una escuela de música de Córdoba sin la que, admitieron, no estarían donde están. Lo habían comentado en la furgoneta en la que subieron a Madrid, esa furgoneta que les ha llevado a presentar sus canciones por todos los rincones del país y más allá. El impecable directo del grupo tiene mucho que ver con ese irrompible compromiso con el escenario: batería y bajo forman una base rítmica de acero desde la que las guitarras vertiginosas y las melodías y los versos más o menos gritados de Cándido encuentran terreno libre para expresarse. Y resulta reconfortante comprobar cómo a veces la química con el público se forja precisamente desde la constancia y lo orgánico, bolo a bolo.

Viva-Belgrado-concierto-madrid-interior

Apoyados por la electrónica y los teclados puntuales que puso el vocalista en algunas canciones muy puntuales -siguen siendo un inconfundible grupo de guitarras-, invitaron al rapero Erik Urano a sumarse a la fiesta en “Jupiter and Beyond The Infinite” y a Sara Zozaya, con su dulce voz, en la hipnótica “Nana de la Luna Pena”. Desplegaron todas las caras de su ya generoso repertorio -de la dureza casi metalera al indie e incluso sus aventuras más rítmicas-, hasta pasar ampliamente de la hora y media sin bis (una decisión, lo de hacer sets tan generosos, que me parece tan contraproducente como comprensible); y pusieron a corear a toda la sala hits de la casa como “Un tragaluz”, donde han puesto de acuerdo con acierto la intensidad que llevan de serie y su lado más melódico.

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