En medio de la tormenta 

Tras una temporada cuanto menos distópica, la gran cantidad de giras pospuestas en los últimos años parecen llegar por fin a su final. Así, aunque se hizo esperar, podíamos disfrutar de este caramelo pensado para agradar a distintos paladares: Malevolence, Obituary, Heaven Shall Burn y Trivium se propusieron transportarnos a la época festivalera en pleno febrero. 

A pesar de ser tan pronto para una tarde de martes laborable Malevolence abrieron el concierto con un buen número de fans ya colocados frente las vallas de Razzmatazz . Los chicos de Sheffield acaban de sacar este pasado año su tercer disco llamado “Malicious Intent” en el cual continúan mezclando el metal core y el hardcore.  De este último álbum destacaron dos temas “Still Water run deep” y su single “On broken glass” donde el público se divirtió a lo limpio, bailó danzas tribales y hasta en un tema algo más baladero se atrevieron a sacar su teléfono móvil y enfocarlo hacia el escenario …. seguro que se lo pasaron bien, pero la verdadera apisonadora venía después. 

Obituary desde Florida era la banda más veterana del cartel y su puesta en escena  fue sólida y sin concesiones a excepción del cachondeo continuo entre el cantante John Tardy y su guitarra. Tocaron un setlist diferente al que los fans de Obituary están acostumbrados a oír. Menos clásicos y más canciones de todos sus discos desde 1992 para arriba, con la intención quizás de conectar con el público más joven de esta gira, ya que ellos son casi como unos invitados y, como comprobamos, la base fuerte de death-metaleros de la ciudad no estaban en la sala.  Pero bueno, los pocos que amaban a la banda lo dieron todo y aún incluso más cuando sonó la versión de ‘Circle of the Tyrants’ de Celtic Frost donde ya pude ver a algún chico desmelenarse un poco más. Un gran bolo con “World demise” o “Redneck stomp” como más destacadas y con solo dos de sus canciones de su último álbum “Dying of everything” , quizás su mejor álbum en estos últimos 20 años. ¡Esperamos volverlos a ver como cabezas de cartel bien pronto!

Heaven Shall Burn

Heaven Shall Burn fueron la inyección de brutalidad que requería el ecuador de la velada. Aunque su encaje puede no ser del gusto de todos, lo cierto es que la banda alemana lleva más de 20 años siendo fiel a un estilo que ha sabido defender y evolucionar a lo largo de los años. Marcus Bischoff es una de esas presencias capaces de prender cualquier sala al momento y así fue, tan solo escuchando las primeras notas de “Hunters Will Be Hunted” ardía todo. 

Riffs melódicos, la precisión de Christian Bass a la batería y poco más necesitamos.  Sus enormes melodías se abren paso entre las voces guturales de Bischoff y, aunque no traían material nuevo, no hizo falta para demostrar que el metalcore que tan bien defienden sigue gustando a sus fieles adeptos. Los alemanes defienden un show completo, brillando aún más en sus pasajes instrumentales que capturan el mismo nivel de ambiente que sus singles, con un directo impecable.  Se podría reprochar la falta de equilibrio en el setlist, que explotó en “Black Tears” con alguna dificultad para mantener el tono en la recta final, pero en conjunto queda como un detalle menor. 

Una apuesta segura. Trivium son una de esas bandas que estaban llamadas a ser herederas de los grandes nombres del género. Disco a disco fueron encontrando nuevas sonoridades, sin seguir modas y fieles a su estilo. Algo que ha consolidado a la banda como el referente y cabeza de cartel que son, sin perder ese aura de humildad tan acogedora que no pierden a pesar de la contundencia de sus temas.

Alex Bent impresiona a la batería con una técnica infalible, arrancando con la clásica "Rain” que crece por momentos. Modulando la intensidad y capaz de crear desde pasajes más melódicos a atmósferas más brutalistas, Matt Heafy se convierte una vez más en el maestro de ceremonias ideal. Tras una intensa gira por Europa que ya empezaba a llegar a su fin, la energía de la banda estaba lejos de decaer en este último sprint, al contrario parecía crecer a cada tema.

Un diálogo constante con el público, su buena ristra de hits y todo el mundo volcado dispuestos a llegar al éxtasis final de la noche. Incluso algunos bajaron al suelo y empezaron a remar, uniéndose en un solo grito en la vertiginosa “In Waves”, ya convertida en una de las imprescindibles.

Parecería que a estas alturas de la gira el setlist estaría más que cerrado desde hace noches, pero la banda reserva siempre alguna sorpresa para cada localidad, recordando la experiencia de vivir algo único en ese momento cuando suena “Built To Fall”, una favorita de sus fieles seguidores.  Como si desataran a una quimera, la sala se convierte en un torbellino desbocado con "To The Rats", una de esas canciones más tempranas que dejan ver la clara impronta de Metallica.

Aunque son habituales en muchos de nuestros festivales, Trivium son una de esas bandas que no tienen arena pequeña y conocen bien sus tempos. Antes de lo que pensamos llega "Pull Harder on the Strings of Your Martyr", un verdadero himno de Trivium con tempos más rápidos y escalas enormes. Y al final, esa inquietante paz después de cuatro tormentas sónicas, esperando a que caiga el siguiente trueno.