La crónica más acertada sobre la actuación de Adrian Thaws la puso mi compañero Alfredo Arias al terminar su sesión de fotos. “Es como un go-go de si mismo”. Y es cierto, Tricky puso más empeño en hablar y fotografiarse con todos sus fans que en su concierto. Fue una actuación pobre, acompañado de una banda solvente, penetrante e hipnótica. El de Bristol amagaba delante del micrófóno pero no llegaba a arrancarse, se plantaba desafiante de espaldas al público delante de los teclados y, de vez en cuando, cantaba. Obvió la prohibición de fumar, subió al público a bailar una versión de Motorhead (creo recordar que fue “Ace of Spades”) y se dio varios baños de multitudes muy bien recibidos por alrededor de media entrada en la sala Heineken. Oscilando entre la calma descontrolada y el caos organizado, los ocasionales coros con su vocalista, Francesca Riley llevó casi todo el peso del concierto, fueron lo mejor de la noche. Brilló en los momentos más oscuros, dio un repaso a su último trabajo –"Mixed Race"- y no hizo demasiadas concesiones a sus clásicos. Unas “Overcome” y “Black Steel” poco reconocibles y uno de los nuevos, “UK Jamaican”, fueron los mejores temas de la noche, en la que hubo momentos puntuales (sobre todo en los arrebatos eléctricos más subidos de beats) en los que se pudo disfrutar –y mucho- de la música del de Bristol.
Aun en los momentos más caóticos, dio la sensación de mantener el control en cada momento. Tras 45 minutos escasos, abandonaron el escenario y subieron las escaleras camino de la zona VIP. Una pitada como hacía tiempo no escuchaba en una sala de conciertos les devolvió a sus instrumentos. Con Tricky, y con la experiencia de su anterior actuación en La Riviera, lo más práctico es esperar lo inesperado. Sus mejores días quedan ya lejos, pero de vez en cuando saca las garras. Volvió a subir a (más) gente sobre las tablas, ante la incrédula mirada de los encargados de seguridad, se hizo fotos con todo el mundo y, a mitad del último tema, cruzó la pista en dirección a la barra. Pidió una copa y, tranquilamente, asistió al final de su concierto. Casi una hora después, seguía hablando con los fans. ¿Tal vez lo de ayer fuera un Meet & Greet encubierto?
No entiendo cómo la gente sigue pagando por ver sus conciertos, aunque la verdad es que no deja de ser divertido
Pues el de Barcelona fué igual. 1h y 15 minutos. Al fianl también se fue a la barra y estuvo con la gente hasta el final.
Un concierto diferente.
Tricky ha dejado de hacer conciertos, lleva a una banda que es la que hace el concierto y él esta allí para lucirse con los fans. Creo que es el último concierto al que asisto de este tipo, que se le dan mejor los festivales que los conciertos propios
Furrealz? That's maellrousvy good to know.